Vista al Mercado Cantonal de Tecpán, Chimaltenango
El sábado 27 de abril fuimos con el grupo de estudio de Sociología al municipio de Tecpán y visitamos la Parroquia San Francisco de Asís, además de hacer un recorrido por el mercado cantonal. La iglesia se construyó en el año 1570. Su fiesta patronal es el 4 de octubre y su patrono, como bien lo indica su nombre, es San Francisco de Asís. Esta fue reconstruida y consagrada el 6 de mayo de 1994 ya que el terremoto de 1976 la dejó inservible. En las fotos se puede apreciar la fachada de la iglesia, la parte interior y algunas de las imágenes que alberga.
El jueves es el día que se observa más afluencia de personas en el mercado de Tecpán. Cuando llegamos al mercado, era el medio día y al empezar a realizar las entrevistas, curiosamente observé a cuatro niños haciendo compras en el área de carnicería, ellos no iban acompañados de ningún adulto. También en el área de alfarería encontramos a 3 niños junto a su hermano mayor que tenía 14 años, haciéndose cargo del local de venta de vasijas, macetas y escudillas de barro. Nos dijeron que ellos atienden el negocio mientras sus padres van a comprar más producto.
Doña Juana en su venta de verduras fue muy amable para responder a diversas preguntas sobre temas relacionados con el comercio en el lugar y su persona. Nos comentó que es originaria de Chimaltenango, actualmente tiene 40 años de edad, su mamá también era comerciante pero nunca logró tener un puesto en el mercado. Lamenta que solo pudo cursar hasta segundo grado de primera, pues tuvo que dedicarse a trabajar. Sin embargo, ahora que ella es madre, sus tres hijos asisten a la escuela ya que reconoce lo necesaria que es la educación. Le pregunté que si había carencias en la escuela de Tecpán y dijo que no, que los niños contaban con aulas, mobiliario en buen estado y buen personal docente.
En cuanto a la seguridad que hay en el mercado, comentó que el lugar es bastante tranquilo, que no ocurren robos frecuentes en ese sector. Dijo que cuando encuentran a un ladrón o ladrona, las reglas del mercado establecen que se debe consultar al consejo sobre qué hacer, pero que se sabe que regularmente no se consulta y se aplica la ley del pueblo, es decir el linchamiento. Doña Juana profesa la fe católica igual que el resto de su familia.
Indicó que el impuesto que pagan los comerciantes del mercado se conoce como arbitrio municipal.
Que se le llame “indio” o “india” a las personas indígenas es un trato considerado muy despectivo.
Otro entrevistado fue Daniel Gómez, un hombre de 38 años que tiene un puesto de venta de granos, semillas y abarrotes. Él es originario de San Bartolomé Milpas Altas, Sacatepéquez. Comenta que inicia sus labores entre las ocho y nueve de la mañana, y hace 6 años que tiene ese negocio. Comentó que en el tema de seguridad, era lamentable que en el mercado de Chimaltenango tuvieran problemas por extorsiones y que en Tecpán eso no ocurría. En cuanto al tema del transporte público, dijo que es común que las personas de la región utilicen los tuc-tuc para trasladarse de un lugar a otro como una opción alternativa a los buses extraurbanos. En Tecpán es poco común el uso de taxis.
En cuanto a la religión que profesa, dice que en su familia la mayoría son católicos pero que él se congrega en una iglesia evangélica desde hace 7 años.
Al preguntarle qué pensaba acerca de que las mujeres estudien, don Daniel dijo que tiene a sus dos hijas estudiando y que para él sería un gran orgullo lograr que ambas se gradúen no solo a nivel diversificado sino que también vayan a la universidad.
Julio Chanquín, un comerciante del área de carnicería, nos dijo que hace 8 años que colabora con su familia en el negocio de venta de pollo. Pio Lindo es quien les surte el producto. Julio tiene 23 años de edad y es el mayor de 7 hermanos. Cursó hasta tercer año de primaria y dejó la escuela por falta de recursos económicos.
Al preguntarle acerca de la violencia en Guatemala, opinó que muchos jóvenes se involucran en pandillas o actividades ilícitas por la falta de oportunidades para superarse, pero que eso tampoco debía ser pretexto para convertirse en un ladrón, extorsionista o sicario, ya que así como él estaba trabajando honradamente, cualquier muchacho también podría dedicarse a hacer algo provechoso. También le preguntamos qué entendía él por “cholero, shumo o naco” y respondió que son palabras que se usan para referirse a alguien que tiene poca o ninguna educación.
Doña Margarita, quien tiene un local donde vende abarrotes y tejidos, nos comentó que ella aprendió a usar el telar con su mamá cuando tenía aproximadamente 10 años. El valor de un huipil es de Q700.00 y su elaboración puede tardar entre 3 o 4 semanas dependiendo del tipo de bordado. Las fajas tienen un costo de Q125.00 y pueden ser bordadas por ambos lados, es decir reversibles, de bordado simple (solo un lado) o fabricadas con mostacilla. Los sábados doña Margarita abre su tienda solo medio día ya que también se dedica a cultivar flores, las cuales vende en su propio domicilio.
Los diseños de los huipiles distinguen la región a la cual pertenece la mujer que lo usa, pero siempre se caracterizan por tener mucho colorido y precisión en los detalles.
Respecto a su opinión sobre la confianza que tiene la población en la policía o el ejército, ella dice que debido a que se han dado tantos casos de corrupción entre las autoridades, en lugar de procurar la seguridad del pueblo, ya casi nadie confía en esas instituciones. Los policías se quejan de que su trabajo pone en riesgo su vida y que no es bien remunerado, sin embargo eso no les da derecho a abusar del poder.
Visita a la ciudad de Iximché
Antes de ir a Tecpán, realizamos una visita guiada por nuestro catedrático, el Lic. Estuardo Zapeta a las ruinas de Iximché. El nombre del sitio se deriva de las palabras ixim (maíz) y che (árbol) y significa "árbol de maíz". Este lugar que ahora es un sitio arqueológico, fue fundado alrededor del año 1470 por los kaqchikeles (1er reino), quienes convivieron con los quichés (2do reino) en el área de Gumarkaaj. Se separaron por diferencias ideológicas, convirtiéndose en enemigos. La ciudad de Iximché creció rápidamente y para el año 1520 alcanzaba su mayor magnitud. El tercer reino maya de la época precolombina fue el Mam, en Zaculeu Huehuetenango, el cuarto reino fue el Kekchí que antes de la conquista de España a Guatemala en la década de 1520, se estableció en lo que ahora son los departamentos de Alta Verapaz, Baja Verapaz. A medida que pasaron los siglos, hubo una época de desplazamientos de tierras, reasentamientos, persecuciones y migraciones y el pueblo Kekchí emigró a Izabal, Petén y Quiché, hacia el sur de Belice (distrito de Toledo), y un número menor hacia El Salvador, Honduras y el sur de México (Chiapas, Campeche). Actualmente, el pueblo Kekchí se encuentra ubicado en el norte Alta Verapaz y el sur de Petén.
Su crecimiento tomó 50 años luego de su fundación, pero cuatro años después enfrentaría su ocaso convirtiéndose en 1524 en la primera capital fundada por los españoles en Guatemala.
Iximché debe ser visto como un tesoro histórico al ser la última capital maya y la primera capital española. En este lugar se observan templos que fueron construidos con base en los 4 puntos cardinales. Para la civilización maya, el Este es el punto de referencia central porque es donde nace el sol. En la plaza D que es la última sección de la ciudad, se encuentra un altar vivo donde los sacerdotes mayas llegan a hacer ritos para pedir salud o prosperidad económica basándose en el calendario maya. Los materiales que comúnmente se utilizan en estas ceremonias incluyen: miel, flores, panela, candelas, colonia en lugar de alcohol, tabaco, cacao y pom (resina) mientras el sacerdote maya recita algunas oraciones al mismo tiempo que camina en círculos por el altar encendido y lee el fuego para interpretarlo. En algunas ocasiones se sacrifican gallinas o chompipes como ofrenda.
Para los mayas la religión era parte de su vida cotidiana, además de edificarse templos, y de construir las ciudades alrededor de ellos, los ciudadanos mayas eran fuertemente creyentes, y los sacerdotes eran considerados parte de las altas esferas sociales, teniendo potestad absoluta sobre el saber y muchas riquezas. Su sociedad tenía jerarquías. De esta forma, se encontraban los sacerdotes del Sol, que presidían los actos rituales, los profetas (chilán), que podían entrar en una especie de trance y predecir qué iba a ocurrir en el futuro. Entre los ritos que se producían en la sociedad maya, encontramos los del sacrificio, los de sangre, los de sacrificios humanos o animales.
A continuación se presentan fotos tomadas en el museo y en las ruinas de Iximché.
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